Hay muchas diferencias entre el mundo que conocemos y el que panto sus bases en los países árabes, por ende conocer esos detalles nos puede ahorrar más de un dolor de cabeza y ese es el caso de lo que le queremos contar en el día de hoy. Sucede que en la mayoría de los casos, cuando alguien se va de vacaciones suelen encontrarse con que la relajación lo consume a tal punto que termina haciendo cosas que en su país de origen no son tan habituales en su proceder.
Una de las actividades o situaciones a la que nos estamos refiriendo tiene que ver con la ingesta de alcohol pero en los emiratos no está permitida la venta del mismo salvo en los hoteles. De modo que si se encuentra a una persona ebria por las calles ya es motivo suficiente para encarcelarla y luego deportarla hacia su país. Se pueden conseguir permisos temporarios para comprar alcohol en los ayuntamientos, pero cuestan cerca de 100 euros y además las mujeres no pueden ingresar a estos sitios, de modo que si se quiere tomar un trago no tendrá otra alternativa que hacerlo en el hotel en el que se aloja.